Salmo 144 | Explicación y cómo aplicarlo en la vida

salmo 144
Índice
  1. Explicación del Salmo 144
  2. Cómo aplicar el Salmo 144 en la Vida
  3. Preguntas frecuentes del salmo 144

Oración pidiendo socorro y prosperidad
Salmo de David.

 

1 Bendito sea Jehová, mi roca,

Quien adiestra mis manos para la batalla,

Y mis dedos para la guerra;

Salmo 144:1

2 Misericordia mía y mi castillo,

Fortaleza mía y mi libertador,

Escudo mío, en quien he confiado;

El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

Salmo 144:2

3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses,

O el hijo de hombre, para que lo estimes?

Salmo 144:3

4 El hombre es semejante a la vanidad;

Sus días son como la sombra que pasa.

Salmo 144:4

5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;

Toca los montes, y humeen.

Salmo 144:5

6 Despide relámpagos y disípalos,

Envía tus saetas y túrbalos.

Salmo 144:6

7 Envía tu mano desde lo alto;

Redímeme, y sácame de las muchas aguas,

De la mano de los hombres extraños,

Salmo 144:7

8 Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

Salmo 144:8

9 Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo;

Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

Salmo 144:9

10 Tú, el que da victoria a los reyes,

El que rescata de maligna espada a David su siervo.

Salmo 144:10

11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,

Cuya boca habla vanidad,

Y cuya diestra es diestra de mentira.

Salmo 144:11

12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,

Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

Salmo 144:12

13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;

Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

Salmo 144:13

14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;

No tengamos asalto, ni que hacer salida,

Ni grito de alarma en nuestras plazas.

Salmo 144:14

15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto;

Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.

Salmo 144:15

Explicación del Salmo 144

Se podría decir que la mente del salmista estaba dirigida a nuevos pensamientos, siendo el Espíritu Santo quien se encargó de usar a David para cumplir sus más altos propósitos. Este salmo es perfecto tal y como aparece, ya que muestra, de una forma amena, la percepción de la vida bajo inspiración divina. 

El versículo 1 inicia bendiciendo a Jehová. Recordemos que cuando damos comienzo a una oración en la que pedimos misericordia, lo principal que debemos hacer es iniciar con acción de gracias por la obra de Dios en nuestra vida. Las veces que esperamos las bendiciones de Dios, debemos procurar bendecirle. Y es precisamente lo que el salmista hace y nos enseña a hacer. 

Dios se encarga de adiestrar, y la manera en que imparte sus lecciones es diferente a la del hombre. Sansón pasó por la disciplina del Señor, a quien alejó de las bebidas y le prohibió pasar navaja por su cabeza. Jesús luchó cuando estuvo colgado en la cruz, clavado para la vista humana, pero ganó la corona de gloria. Aunque estuvo impotente frente a los fariseos, frente al Padre se mantuvo integro. 

En el versículo 2 David afirma que Dios es su seguridad y misericordia. Aunque los reyes solían proporcionar un valor inigualable a las ciudades fortificadas, David tenía su confianza puesta en Dios, que significa para él más que cualquier otra fortaleza que pudiese existir. 

Independientemente de las cosas que ocurren en nuestra vida, estas de una u otra manera terminan fortaleciendo nuestra fe en el Señor. Es común que los hombres sean inestables en su forma de proceder cuando se enfrentan a una prueba que resulta demasiado compleja. En estos momentos es cuando debemos ver a Dios como nuestro escudo. 

Recordemos que por la influencia que poseemos sobre un grupo, debemos de glorificar a Dios. Y es un aspecto que todo líder de la iglesia debe conocer. El salmo nos enseña a depositar todas nuestras fuerzas en Dios, esperando que Él nos proporcione el discernimiento que necesitamos para emprender nuestras labores, independientemente que sean en el ámbito cristiano o secular. 

Cómo aplicar el Salmo 144 en la Vida

David bendice a Dios, porque Él lo ha bendecido. El versículo 3 nos deja en claro la posición del hombre en la tierra. Es a raíz de la condescendencia divina que Dios se muestra como acompañante del ser humano. Él ha hecho del hombre el objeto de su redención, de su elección, el pariente de la deidad. Es algo que está más allá de las posibilidades del ser humano adquirirlo por mérito propio. 

La biblia nos enseña, a través de este pasaje, que el hombre es similar a un soplo. Así lo encontramos en el versículo 4. Si lo evaluamos a profundidad, resulta increíble que Dios pensara en seres tan insignificantes, teniéndonos en cuenta dentro de su plan de salvación. 

David le pide a Dios que: "incline los cielos y descienda". Bíblicamente, el Señor lo ha procurado en muchas ocasiones. La vez más perfecta fue cuando el Verbo se hizo carne y llegó a habitar entre los seres humanos. Era lo que anhelaba David, tener la presencia de Dios y dejar de lado la presencia de los jactanciosos burlones que lo rodeaban. 

 

Cuando encarnó Cristo, se podría decir que Dios descendió y dejó una parte del cielo aquí en la tierra. No solo llegó a la tierra, sino que también llevó el cielo a los hombres y para los hombres, lo que permitió que aquel que lo aceptara fuese salvo.

La manera de aplicar este salmo a nuestra vida implica que se conozca las verdades que procura transmitirnos, de manera que nuestra fe en Dios se termine reforzando. Es importante leerlo varias veces para que dicho aprendizaje pueda calcar en nuestra mente. 

Preguntas frecuentes del salmo 144

Los creyentes que han leído este salmo puede que tengan ciertas dudas relacionadas, que serán planteadas en este apartado.

¿Qué significa el salmo 144?

Este salmo nos enseña a clamar a Dios. Nos da las claves de cómo engrandecerlo y glorificarlo, también de cómo pedirle que tenga misericordia de nosotros, usando como ejemplo a su siervo David.

¿Quién escribió el salmo 144?

Fue escrito por el rey David.

¿Qué quiere decir el salmo 144?

Tener una buena relación con Dios es algo que solo es posible mediante la comprensión de su palabra, ya que nos dará un indicio de cómo debemos actuar. Este salmo nos enseña a pedir al Padre, considerando la forma en que lo hizo el rey David. También nos ayuda a reforzar nuestra confianza en la labor del Señor en nuestra vida. 

 

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